MUNA ∷ “Silk Chiffon”

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MUNA. Fotografía: Isaac Schneider.
Katie Gavin, Naomi McPherson y Josette Maskin se conocieron en la Universidad del Sur de California (USC) y empezaron a hacer música juntas bajo las formas de un contagioso pop de guitarras y sintetizadores a través de composiciones cuyo impacto lírico resuena con sus experiencias como orgullosas integrantes de comunidades queer y minoritarias: la emoción del amor, reflexiones sobre la marginación, la alegría de no saberse solas y sobre todo, la reafirmación y el crecimiento personal. Bajo el nombre de MUNA, el trío de Los Ángeles publicó entre el 2017 y 2019, dos largos para una major, RCA Records, donde mucho no terminaron de ubicar sus intenciones estilíticas y líricas. Terminaron contrato y ahora con su flamante tercera producción de estudio, el epónimo "MUNA", marcan su debut para Saddest Factory Records, el sello que dirige la fantástica Phoebe Bridgers, en donde parecen haberse reecontrado a plenitud consigo mismas. Y hasta se siente como un nuevo debut.

“La voz de MUNA es queer, ruidosa, inquebrantable [..] su música es poderosa y política, adornada con las cicatrices de la adicción, el abuso y el aislamiento. MUNA es magia”, se describen hablando del nuevo álbum como enmarcado por una renovada seguridad creativa y habilidad técnica, tanto en términos de arreglos y producción de McPherson y Maskin como en la composición de canciones de Gavin, remitiendo a referencias de actos como Robyn, las primeras HAIM, el pop sintético dosmilero y el country-pop de Shania Twain o The Chicks. “MUNA reúne sus poderes para transportarte, de repente, a una habitación donde todo es posible, un lugar donde la bola discotequera nunca deja de arrojar destellos sobre las paredes, donde puedes sudar y llorar y tumbarte en el suelo y besarte con quien sea, donde la vulnerabilidad ante la presencia de quienes te aman puede hacerte sentir momentáneamente a prueba de balas, y la timidez sólo agudiza la oleada de alegría”, apuntan. Música que celebra las diversidades y se entiende como un instrumento del cambio social. Todo bien.

Momentazo ahí, su tema de apertura "Silk Chiffon", tres minutos y poco más de radiante pop que enfatiza que "la vida es tan divertida" reivindicando a la vez la dicha del amor queer; hitazo que además funciona tan bien con la participación en guitarras y voces de la mismísima Phoebe Bridgers. Por aquí el videoclip del tema inspirado en la película adolescente noventera "But I'm a Cheerleader" y abajo, un directo de su presentación en el late-show de James Corden. 

"MUNA", el álbum, ya está disponible en plataformas y tiendas vía Saddest Factory.